Y de repente el riesgo que todo enamoramiento tiene. Como si supieras que me estoy enamorando de ti, en una plática del diario que provocó que pareciera tu amigo, me comienzas a decir sobre tu vida, la real, la que te da poesía, la que te motiva, la que te quita el sueño, la que te pesa y no es como yo. No lo sentí como un corazón roto, tengo algo de la fortaleza de aquella cercana vez, pero si me enoje conmigo, algo dentro, ya no sé si de mí me dolió y me motivó a alejarme de ti esos 6 meses que mencionaste te prometiste a esperarlo. No sabía que se podía agendar el pasado, no sabía que se podía planear una decepción, que uno, una podía esperar el regreso de alguien que nunca ha estado. Pero eso fue lo que dijiste. Ahora eres tu quien elogias mis palabras, mi forma de ver el mundo, pero no te das cuenta que es por hablar contigo que parezco tener madera de poeta, que es por ti que puedo ordenar palabras con sentido porque estando tú cerca de mi vida soy sólo un objeto más que la bel