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Sólo estar recostados en ese sofá tuyo tan gris en color y tan sencillo en forma ha sido, es la experiencia más aterradora, la más vacía, la más entusiasta. Te he dicho que ha sido el sofá más placentero y el más incómodo, tú afirmaste que es el más incómodo. Yo lo he visto, sentido perfecto porque estabas tú en el, tu abrazándome, tu tomando mi mano entre tus dedos, tú y tu cabello suelto, Tori en la esquina, tu en mi mirada y yo en la hamaca más cómoda de éste planeta.

A de ser muy incómodo de día también. Cuando no estamos juntos en el. Sin el. Sin piel. Lejos. Parados y arreglados, grises.

Cuando somos sencillos en forma también.