pag 20
Pero.
De hecho, de tanto ser Espejo no dejo
que veas, con luz, lo que tanto hay del otro lado. Todo ese amor que se
desborda por las orillas de la selva baja. De tanto ser Espejo, te verías a ti
en palabras, en poemas, en reflejos, que impiden tengamos esa comunicación,
donde no aparece nadie más, ningún ser más, ningún fantasma, ni mucho menos un
cuerpo o un tiempo. Porque no quiero ser antimateria, quiero ser tuyo y mío en
un mismo plano de cristal que refleje todo entre tú y yo, y la nada viendo un
pasado que ya no existe porque quiero un futuro ahora, mi amada Paola.
Comentarios
Publicar un comentario