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Estábamos muy ocupado tratando de vivir juntos…

Que no nos dimos cuenta cuándo dejamos de ser amantes, cuando comenzó a irse el romance.
Hace mucho que no hacíamos el amor y cuando por fin nos entendimos ahí dentro, la vida se puso celosa y nos abrazó desde el mar, entonces los celos desaparecieron y los besos renacieron más para el cuello que para los labios. Todo estaba desnudo y conectado, todo estaba perfecto y olvidado.










Las rupturas necesitan palabras, muchas de las que se dicen suave, sin prisas, cerca del sisal y sin adjetivos. Pero las que se curan rápido son las engañosas, las que duelen en la mente no en el cuerpo, las que el tiempo agarra y no suelta hasta que la lección quede aprendida.
Ya tomaste la decisión. Yo no soy quien podrá verte ser Paola.


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