pag 28
Estábamos muy ocupado tratando de vivir
juntos…
Que no nos dimos cuenta cuándo dejamos
de ser amantes, cuando comenzó a irse el romance.
Hace mucho que no hacíamos el amor y
cuando por fin nos entendimos ahí dentro, la vida se puso celosa y nos abrazó desde
el mar, entonces los celos desaparecieron y los besos renacieron más para el
cuello que para los labios. Todo estaba desnudo y conectado, todo estaba
perfecto y olvidado.
Las rupturas necesitan palabras, muchas
de las que se dicen suave, sin prisas, cerca del sisal y sin adjetivos. Pero
las que se curan rápido son las engañosas, las que duelen en la mente no en el
cuerpo, las que el tiempo agarra y no suelta hasta que la lección quede
aprendida.
Ya tomaste la decisión. Yo no soy quien
podrá verte ser Paola.
Comentarios
Publicar un comentario