pag 14
Por alguna y muchas razones ya no salen
las palabras, los poemas. Te observo leerme “el cielo es azul, la tierra
blanca”, y suspiro pero continuó respirando como si estuviera vivo, nada se
detiene y desgraciadamente todo continúa, te observo de perfil, nos tomó fotos
sin que te des cuenta, te miro esa nariz encantadora, grande tan tuya y tan señaladora
de pendientes, te observo los lunares, la piel, las pestañas largas, los labios
y los besos nunca llegan, ni en ideas ni en palabras, ni en recuerdos, ni en
pétalos, lo que decimos es inercia de vida y eso todavía no nos gusta, lo que
hacemos es estar-juntos y eso no lo sabemos hacer.
Egoístas, miedosos, ajenos y diferentes
porque yo soy hombre y tu aquella mujer.
Te busco con la mirada para que el
anzuelo funcione. Quiero enamorarme de ti. Ésta vez para adornar mi realidad e
irme a tu lado atiborrado de esos colores que contrastas antes de irte a dormir
también, o tal vez para asustarte y que te des cuenta que podría enamorarme de
ti una y otra vez por toda la vida (llevo tres en cinco meses) y te alejes para
protegerme porque el cariño que me has expresado es incomprensible para los
extraños, esos extraños que te importan si te miran y que no influyen en tu
vida. Alimentó necesario por correspondencia biológica, innecesario por
planetas. Pero no se engancha el anzuelo, ni con tus caderas, ni con tu maraña
de cabello, ni con tus largos dedos de los pies, aún el Lassi de apio de la
mañana lo intenta sin éxito. Creo que aprenderé a pescar con red.
El arpón es más bien para los… los
hombres que te gustan y deseas que te cacen.
Ésto de ser nada juntos está por
terminar, la lluvia lo presiente, la tierra absorbe y mis ojos. Ellos solo
duermen…
Te voy a extrañar cada vez que vea mi
pecho, hermosa Garza del tipo Avila.
Espera…
Comentarios
Publicar un comentario