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Tontamente, me siento con el poder de hacer que él venga o no a tu vida. Es muy lindo que me digas que eres la amante más fiel, que te gusto mucho, que me quieres profundamente y de verdad, pero también que no quieres nada serio conmigo. Todavía no sé que hacer con ese poder o con esas palabras. Por como me cuentas, la relación es más esperanza que palabras entre ustedes, más distancia que miradas reales.

Mi corazón se ha apagado un poco, me da miedo ocupar mis ojos para elegir a una amiga o una pareja que por iniciativa de ella quiera iniciar algo, que tonto tener que estar buscando vidas dentro de las pieles y fuera de la perfección.

Por lo que llego a interpretar de tus ojos. Yo podría estar enamorándome de ti, una y otra, dos y muchas, un verano y cien inviernos, tres noches y mil días, siete años. Para siempre, una y otra vez, por toda una vida. Porque me harto de ti y me obligas a tener mi espacio, porque me encanta verte con falda y sin ella, porque eres muy caprichosa, porque me gustan tus manos, tus indecisiones, porque eres la mujer más guapa que existe por uñas, por cabello, por piel y por pies, cada detalle oculto de ti, incluso tu cuerpo me ha marcado la vida, mi vida.

Ya he olvidado que edad tienes.